martes, 30 de mayo de 2017

DIA 17 - LOS ANGELES



Volvemos a madrugar, esta vez desayunamos antes de salir a devolver el Camaro. Leche con cereales y galletas.

Llegamos a las instalaciones de Alamo y lo devolvemos, todo muy rápido. Allí mismo, recogemos el último coche, que no estaba previsto pero que hemos decidido alquilar. Nuestro apartamento está a unos 30 km del aeropuerto y con el Camaro no podemos llevar todas las maletas el último día, así que alquilamos un Dodge Grand Caravan para hoy y devolverlo mañana cuando nos vayamos para casa.


Qué diferencia de coche, mucho más tranquilo y cómodo. Los asientos traseros son súper cómodos y hay muchísimo espacio para llevar mañana las maletas, ha sido una buena decisión.


Llegamos a la primera parada programada, el Farmer’s Market (http://www.farmersmarketla.com). Es una zona en la que hay muchas tiendas, unas fuentes con carpas y pasa una especie de tranvía. Todo muy bonito.
Dentro, está lleno de restaurantes y mesas, en las que venden todo tipo de comida y te la puedes comer allí.




Allí entramos en el Cheesecake Factory (http://www.thecheesecakefactory.com/), ya que somos muy amantes del pastel de queso, tiene buena pinta. Nos comemos par de trozos de pastel entre los cuatro, ya que tenemos previsto comer bastante tarde. Una delicia los pasteles, nos han sabido a poco.


De camino a Beverly Hills, nos encontramos con un mercadillo de segunda mano típico americano y decidimos parar para echar un ojo. Es un mercadillo benéfico, te cobran $3 al entrar para ayuda a un colegio de la zona.
Compramos algunas cosas y seguimos nuestro camino a Beverly Hills.


En la entrada al barrio, hay un pequeño parque con un estanque con fuentes y el famoso cartel de Beverly Hills. Junto al estanque, un viejo árbol, es gigantesco.






Continuamos hasta nuestro destino para comer, el muelle de Santa Mónica, final de la ruta.
Aparcamos en un parking en las inmediaciones, nos cuesta $15 todo el día y es un parking vigilado y justo delante de la entrada al muelle.




Por fin llegamos al final del viaje, tocar el cartel del final de la ruta se hacía, cuanto menos, necesario a estas alturas. Un viaje donde hemos conocido las entrañas de Estados Unidos, lo que no se ve en los típicos viajes a Nueva York o a Los Ángeles, las raíces de América.






Comemos en el restaurante Bubba Gump Shrink Co (http://www.bubbagump.com/), famoso por ser el restaurante de la compañía pesquera de gambas que acuerda montar Bubba con Forrest en la película Forrest Gump.


El restaurante está totalmente decorado con matrículas de la ruta, objetos y atrezzo de la película Forrest Gump y realmente casi todo lo que hay en la carta lleva gambas.
Nos hizo especial gracia la manera de llamar a los camareros. Te dejan una base de madera con dos matrículas, en una pone “Run Forrest Run” y en la otra “Stop Forrest Stop”. Si tienes visible en la mesa la de Run Forrest Run, no paran a atenderte. En cambio, si tienes la de Stop Forrest Stop, vienen a preguntarte qué deseas. Hasta que lo entendimos, la camarera no paró de venir a la mesa, qué vergüenza.


Después de comer, damos un paseo por el muelle, es espectacular. El océano Pacífico de fondo, bañando las playas de la soleada Los Ángeles.
Hay algo que quiero decir y es que me parece brutal el realismo de juegos como GTA, en muchos sitios de Los Ángeles me he parado pensando "ostia, si esto yo ya lo había visto en GTA". El muelle de Santa Mónica es exactamente igual en el juego.






Caminamos por el paseo junto a la playa dirección Venice Beach y tocamos el agua. Paseamos por la orilla, ya casi atardeciendo, y nos subimos a ver una caseta de vigilante, son las de "Los vigilantes de la playa" que tantas veces hemos visto por televisión. Bajamos corriendo cual Mitch Buchannon o CJ a salvar a un bañista, aunque con mucha menos gracia, por supuesto.






Decidimos regresar a buscar el coche para ver la zona de Venice Beach, ya que está anocheciendo y no nos lo queremos perder.
La zona no nos gusta nada de nada, vemos varios drogadictos, casas bastante dañadas, etc… cerramos bien los pestillos del coche por si las moscas.






Nuestra última parada es el observatorio Griffith (http://www.griffithobservatory.org/), que da unas vistas de Los Ángeles espectaculares (y que por cierto también sale en muchos de los juegos ambientados en Los Ángeles).

Llegamos a la entrada y no permiten más coches en el parking, está todo a rebosar de gente, así que nos desviamos por una carretera cercana y aparcamos en el arcén para poder ver las vistas, aunque no sean desde arriba del todo.


Al marcharnos para el hotel, vemos que acaban de abrir de nuevo el acceso, así que nos metemos y aparcamos arriba. Entramos al observatorio y las vistas nos dejan sin palabras. Para mí, quizás es una de las cosas que más me han gustado de Los Ángeles. Ya de noche, las luces de los cientos de hogares, la ciudad a nuestros pies.




Al salir del observatorio, vamos directos al apartamento, cenamos y nos preparamos todas las maletas, mañana regresamos a casa.

A continuación dejo un mapa con los puntos visitados durante el día y rutas hechas:

Aitor.

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