DÍA 1 - CHICAGO

Empieza la aventura. Tantos meses gestionando vuelos, reservas de hoteles, coches, planificando la ruta... han llegado a su fin. La suerte está echada. Al viajar con KLM operado por Transavia no nos permiten hacer el check-in online, por lo que lo tenemos que hacer check in presencial. Y aquí estamos, a las 6 de la mañana en el aeropuerto del Prat-Barcelona, cargados de maletas y sueños, emprendiendo el viaje de nuestras vidas. Al llegar hacemos el check-in y desayunamos en un bar justo delante de la puerta de embarque. Entre ilusión y nervios, embarcamos dirección Amsterdam, donde haremos escala con destinación Chicago. Tenemos un vuelo tranquilo, de unas 2 horas y media, en el que no pegamos ojo, leyendo y repasando todos los "apuntes" que llevamos de la ruta (que no son pocos) y el libro de Victor Muntané "ROUTE 66 mi sueño y pasión", que recomendamos encarecidamente ya que aporta muchos datos y sitios de interés muy importantes para "construir" tu ruta. Aterrizamos en Amsterdam, buscamos la puerta de embarque y mirando los mapas de las terminales nos damos cuenta de que está en la otra punta del aeropuerto... toca correr. Llegamos a la puerta de embarque después de pasar otro control (esto no lo entiendo, si ya has pasado un control en la salida y no has salido de la terminal ¿porqué te hacen volver a pasar un control? en fin...) y ya están embarcando. Al pasar por el lector del billete nos apartan en otro mostrador, esto no es normal. Una chica de la aerolínea nos indica que tienen un problema informático y no pueden comprobar que nuestro visado ESTA es válido. Nos indican que esperemos y que intentarán arreglarlo. Vivimos momentos de tensión ya que nos tienen esperando más de media hora pero por fín pueden hacer la comprobación y embarcamos, aunque con retraso de más de 30 minutos. Nos tocan asientos justo delante de la zona de lavabos y no podemos reclinarlos, empezamos bien. Las pantallas no son táctiles, van con un mando que está acoplado en el reposabrazos. Ponemos una película y intentamos pasar las horas rápido, con unas ganas locas de llegar y establecer campamento. La comida está bastante bien para ser de avión y el personal de abordo muy amable. Llegamos tras más de 8 horas a Chicago, ahora toca pasar aduana (que por cierto, es una cola kilométrica). Por suerte, un hombre en un carrito de aeropuerto nos ameniza la espera al grito de "to the left, to the left!" "this is my door!" y parecidos, toda la cola creo que estará de acuerdo conmigo. Dos horas después, conseguimos pasar el control, recogemos las maletas y salimos a pedir un taxi camino del hotel. Nos sorprende el estilo de conducción del taxista, no paraba de mirar el móvil y cambiarse de carril sin intermitentes, adelantando por la derecha, etc... (luego nos enteramos de que algunas de las cosas mencionadas eran legales en muchos estados). Chicago, con su frío y niebla, nos acoge. Estamos agotados, hacemos el check-in en el hotel y subimos disparados a echar una cabezada, no podemos más. Al despertar, bajamos a comprar en un Walgreens cosas para picar y curiosear (soy amante de los Monsters y cualquier guarrería extraña que no tengamos en España) y damos un paseo por el Millennium Park mientras esperamos mesa en Giordano's (https://giordanos.com). Nos comemos una deep-dish pizza estilo Chicago y nos enamoramos completamente de este plato. Recomendamos encarecidamente que si podéis, vayáis a probar este plato, es un manjar. Al salir del restaurante, damos un paseo de nuevo para ver el Cloud Gate de noche, es impresionante. Estamos molidos, volvemos al hotel para dormir, no sin antes pasar por Garret Pop Corn (http://www.garrettpopcorn.com), una tienda de palomitas que tenemos justo delante del hotel y hacen unas palomitas espectaculares. A continuación dejo un mapa con los puntos visitados durante el día y rutas hechas: Aitor.